El estilo y la diversidad del paintball, y todos los aspectos del juego, son asombrosos. Empecemos por las marcadoras. La industria de las marcadoras y la tecnología que las sustenta han experimentado una evolución vertiginosa en los últimos 30 años. Desde el Nelspot 007 hasta las pistolas espaciales de hoy en día, los fundamentos de la proyección de una bola de pintura pueden ser similares, pero ahí se acaba todo. Ahora tenemos marcadoras con pantallas OLED en color y paneles de control que emiten sonidos y te hablan. Es realmente asombroso cómo muchos de los jugadores han participado activamente en el cambio del diseño y el funcionamiento de las marcadoras a lo largo de los años.
El estilo de los jugadores ha pasado de la ropa de faena que se compraba en la tienda de excedentes del ejército local para un partido de woodsball en el patio trasero a materiales de la era espacial convertidos en obras de arte. Hay camisetas y pantalones de todas las formas, tamaños y estilos. Las máscaras también han evolucionado como la espuma. Recuerdo haber visto fotos de tipos corriendo con gafas de taller. Nada de eso hoy en día. Ahora tenemos máscaras futuristas con pantallas holográficas en el cristal, que proporcionan información al jugador a través de Bluetooth. Algunas de las espumas de las máscaras actuales son de una calidad superior a la de los muebles más caros. La forma en que transportamos las bolas de pintura mientras jugamos ha cambiado: de las bolsas de lona que se cuelgan del cinturón a las fundas de espuma con memoria que incorporan soporte lumbar. Definitivamente, ha pasado de ser un deporte de combate al aire libre a ser un cómodo deporte recreativo orientado al jugador. Es muy emocionante ver cómo evoluciona este deporte hasta alcanzar los niveles de legitimidad de los que somos testigos hoy en día. Es sólo mi punto de vista.
